Los ordinales son diferentes de los NFT tradicionales desde una perspectiva de diseño técnico. Hay varias características que hacen que la fijación de precios de los ordinales sea un ejercicio diferente..
Los ordinales de Bitcoin, como se mencionó anteriormente, ayudan a identificar sats de manera única y tienen contenido o arte almacenado en la cadena. El estándar ERC-721 de Ethereum, que se usa para crear NFT, generalmente contiene los metadatos o un puntero al arte, que generalmente se mantiene fuera de la cadena. Algunos NFT de Ethereum están experimentando con el almacenamiento en cadena, pero son más una excepción.
La otra diferencia clave con los ordinales de Bitcoin es la forma en que se deriva la rareza y cómo funcionaría la fijación de precios en torno a los NFT. Con los NFT tradicionales basados en Ethereum, los atributos del arte suelen definir la rareza del NFT y, posteriormente, su precio. Con NFT como Ethereum Name Service (ENS), por ejemplo, el suministro limitado impulsa el valor.
Sin embargo, con los ordinales de Bitcoin, el precio estaría definido por los momentos clave que representaría un bloque de Bitcoin. Los primeros 1.000 o 10.000 ordinales inscritos aún podrían ser un tesoro para los coleccionistas. No se sorprenda si el ordinal de Bitcoin de génesis se vende por unos pocos millones de dólares en un par de años. Sin embargo, algunos satélites se considerarían más valiosos que otros.
Un marco simple sugerido por los fundadores de los ordinales de Bitcoin es que los eventos clave decidirían la rareza de un sat y el ordinal inscrito en eso. El primer satélite de cada nuevo bloque sería más raro que los demás satélites del bloque. El primer sat de un período de ajuste que ocurre aproximadamente cada dos semanas sería aún más raro. Dado que la próxima reducción a la mitad está programada para 2024, el primer sat de cada época de reducción a la mitad agregaría otro nivel de rareza.
Finalmente, el primer sat del período de ajuste, que ocurre una vez cada seis mitades (aproximadamente una vez cada 24 años), sería otro nivel de rareza. Según los fundadores de esta asombrosa innovación, esto podría diferenciar los ordinales de Bitcoin de los NFT y hacer que su rareza sea verdaderamente aleatoria y no controlada por los equipos fundadores de colecciones de tokens no fungibles o por sus artistas.
Esto también podría ayudar a comprender por qué la actividad en torno a los ordinales de Bitcoin ya alcanzó su punto máximo en el corto plazo. Sería interesante ver cómo aumenta la actividad más cerca de la reducción a la mitad de Bitcoin en 2024.